por Richard Stallman
(Versión del 24 de Abril, 1992)
Introducción
La existencia de software provoca inevitablemente que nos preguntemos sobre qué decisiones concernientes a él deberían tomarse. Por ejemplo, supongamos una persona que teniendo una copia de un programa se encuentra con otra que desearía tener una copia. La posibilidad de copiar el programa existe; ¿quién debería decidir si esto se lleva a cabo o no? ?¿las personas involucradas? ¿U otro sujeto, llamado ``dueño''?
Los desarrolladores de Software generalmente consideran estos problemas basándose en que el criterio para resolverlos es maximizar los beneficios del desarrollador. El poder político de la empresa ha llevado al gobierno a la adopción de este último criterio así como el propuesto por los desarrolladores: que el programa tiene un dueño, generalmente una compañía asociada a su desarrollo.
Me gustaría considerar el mismo problema pero usando un criterio diferente: la prosperidad y la libertad del público en general.
La respuesta no puede provenir de la ley vigente --la ley debería amoldarse a la ética y no al revés. Tampoco el día a día resuelve este problema, a pesar de que puede sugerir algunas soluciones posibles. La única forma de juzgar es viendo quién se ve ayudado y quién se ve perjudicado mediante el reconocimiento de dueños de software, por qué, y cuánto. En otras palabras, deberíamos realizar un análisis del tipo costo-beneficio en nombre de la sociedad como un todo, teniendo en cuenta la libertad individual así como la producción de bienes materiales.
En este ensayo, describiré los efectos provocados por el hecho de tener dueños, y mostraré que los resultados son perjudiciales. Mi conclusión es que los programadores debemos dedicarnos a animar a otros a compartir, redistribuir, estudiar y mejorar el software que escribimos: en otras palabras, escribir software "libre''.
Notas al pie
- La palabra "libre" en "software libre" se refiere a libertad, no al precio; el precio pagado por una copia de un programa libre puede ser cero, bajo o (raramente) bastante alto.
- Uno puede ver un programa de ordenador en particular como algo dañino que no debería estar disponible en absoluto, como la base de datos de información personal de Lotus Marketplace, que fue retirado del mercado debido al rechazo público. La mayoría de lo que he dicho no se aplica a este caso, pero tiene poco sentido el discutir el querer tener un propietario con la base de que ese propietario hará que el programa esté menos accesible por la gente. El propietario no lo hará completamente inaccesible, como uno podría desear en el caso de un programa cuyo uso se considere destructivo.